En este artículo explico una sencilla técnica que permite abandonar cualquier mal hábito adquirido, e incluso permite cambiarlo por otro o crear nuevos hábitos que queramos, que nos resulten beneficiosos.
Tics como morderse las uñas se pueden eliminar, y puede ayudar también a evitar picar entre horas o incluso dejar de fumar. Las posibilidades son inmensas y limitadas por la imaginación
Primero explicaré cómo funciona para luego detallar la técnica en si, y algunas ideas de aplicación con ejemplos reales.
Cómo funciona
Los hábitos son respuestas aprendidas ante ciertos estímulos. En nuestra red neuronal se han forjado ciertas conexiones sinápticas que nos llevan a ejecutar automáticamente una acción o rutina determinada cuando se dan ciertas condiciones. Estos automatismos nos simplifican la vida permitiéndonos realizar tareas de cierta complejidad sin apenas pensar. El problema viene cuando la respuesta automática aprendida no es la adecuada, momento en que se forman los malos hábitos.
Por fortuna es posible reprogramar a voluntad nuevas combinaciones de estimulo-reacción que reemplacen las programaciones indeseadas.
El mecanismo sobre el que se basa la técnica es la memorización. De hecho aprender algo consiste en memorizar ese algo, ya sea verbal como palabras de un idioma o números de teléfono, o no verbal como los movimientos de precisión al practicar deporte.
Los practicantes de artes marciales aprenden a reaccionar ante estímulos como un puño aproximándose a toda velocidad y consiguen evitarlo y contraatacar en posición de ventaja. Por fortuna aprender a reaccionar y contrarrestar nuestras malas costumbres nos llevara mucho menos tiempo que conseguir el cinturón negro de kárate 🙂
La técnica
La técnica en sí es muy sencilla y por lo general en un minuto nos podremos deshacer del hábito que queramos – siempre que no tenga componente adictivo como el alcohol o el tabaco que haga la cosa más complicada. Consiste en visualizar mentalmente o dicho de otra manera imaginar la situación.
Primero imagínate a ti mismo en primera persona realizando el comportamiento indeseado. Ahora asocia pensamientos negativos a esa acción o comportamiento. Ponle sentimiento de rechazo, eso no lo quieres y te causa repulsa. A continuación imagínate realizando el comportamiento deseado, asociando sentimientos positivos, gratificación, congratulación, etc.
Repite el ejercicio de visualización unas diez veces, para que se quede grabado en la memoria.
Y ya esta. Ya puedes empezar a aplicarlo con lo que se te ocurra.
Posiblemente recaeremos en el antiguo hábito al estar muy arraigado. Si se da el caso, simplemente repite el ejercicio de nuevo. Repite las diez veces. Pon énfasis en imprimir sentimientos y emociones, y dale riqueza a las visualizaciones. Recuerda que el nivel subconsciente, que es el que gestiona los automatismos, no trabaja eficientemente con palabras, pero sí con imágenes, sensaciones, emociones.
Ejemplo de uso
Yo usé efectivamente esta técnica para no perder el tiempo con las redes sociales en el trabajo. Me di cuenta que cuando me topaba con alguna dificultad y me quería dar un respiro abría el navegador y navegaba sin ningún fin mas que distraerme. Sin embargo la mente no descansa efectivamente en ese caso. En mi caso es mejor descansar cerrando un rato los ojos, o dando un paseo, etc.
Pues bien, el ejercicio que usé consistió en imaginarme ante la pantalla realizando algún trabajo. Entonces abro #pon tu página web favorita, o solitario, buscaminas, correo electrónico, etc. aquí#, pero en la visualización me desagrada. No es lo que quiero en este momento. Por lo tanto me imagino cerrando el navegador/aplicación devoradora de tiempo. Y fin de la visualización.
Como ves la técnica es muy sencilla y apta para todos los públicos.
Aviso: Aplica el sentido común. Actúa bajo tu propia responsabilidad. Esto no es una solución total, definitiva ni mágica, ni aplicable en todos los casos. En caso de problemas de índole médica o psiquiátrica consulta con el profesional respectivo.