Ya hemos visto en artículos anteriores que vamos a invertir mediante fondos de inversión en acciones y bonos. Esto nos simplifica la vida ya que podemos descartar opciones más exóticas como los futuros, warrants, forex, commodities y demás. Aún así nos queda por elegir entre docenas o centenares de fondos de inversión, por lo que hay que seguir desgranando el asunto.
Hay muchos tipos de fondos, que se pueden clasificar según diversas categorías. Una primera categoría es el tipo de gestión, que puede ser activa o pasiva. Veamos en qué consiste cada uno y ver si podemos descartar alguno.
Fondos de gestión activa
Los fondos gestionados activamente tienen por objetivo maximizar el beneficio generado mediante la compra y venta de instrumentos de inversión (acciones y/o bonos, u otros, pero para simplificar la narrativa supongamos que nos limitamos a acciones).
Los fondos activos tienen gestores que se encargan de decidir qué acciones comprar o vender, basándose en análisis de cada acción. Pueden realizar análisis del comportamiento pasado basado en las gráficas de precios y modelos matemáticos que intentan predecir el comportamiento futuro, lo que se denomina análisis técnico.
O analizar toda la información de la que se pueda disponer sobre la empresa en cuestión y su entorno. Se evalúan las cuentas de la empresa, si tiene mucha competencia, influencias políticas y demás, para dilucir el valor real de la empresa y su potencial de crecimiento. Este tipo de análisis se denomina análisis fundamental.
Para evaluar un fondo de inversión se suele comparar con el rendimiento del mercado, o sea, el comportamiento de las acciones en su conjunto, y se suele utilizar lo que se denomina índice del mercado.
Un índice de mercado no es más que el valor agregado del total o parcial de las acciones que cotizan en un país o región en todos o parte de los sectores económicos. Como puedes imaginar por la definición, existen muchos índices de mercado. Algunos de los más conocidos son el S&P500 de USA, el Eurostoxx de Europa, el Nikkei de Japón, y demás.
El índice más comúnmente utilizado para evaluar un fondo de inversión es el mencionado S&P500. Así pues, los fondos activos se marcan por objetivo superar o «batir» el mercado, es decir, lograr mejores rendimientos que el S&P500, mediante la selección meticulosa de acciones a comprar o vender dictados según el resultado de sus propios análisis técnicos o fundamentales.
Dichos análisis requieren de conocimientos especializados, por lo que los gestores cobran altas comisiones, independientemente de los resultados obtenidos. Y la verdad es que hay muy pocos gestores que realmente tengan talento como para «batir el mercado» consistentemente. Aún encontrando un fondo activo excelente, siempre podría pasar que el gestor talentoso abandone la gestoría, o que sus métodos de análisis pierdan su efectividad por cambios de las condiciones del mercado.
Fondos de gestión pasiva
Los fondos pasivos son también conocidos como fondos indexados, ya que su objetivo es reproducir fielmente un índice de mercado como los mencionados S&P500, Eurostoxx, y demás. Es decir, en lugar de «batir el mercado», el objetivo es igualar el rendimiento del mercado, ni más ni menos.
Se basan simplemente en comprar y vender acciones manteniendo las proporciones que se indican en el índice que representan.
Cuando alguien invierte dinero en el fondo, los gestores compran de manera que se respete el índice, y cuando alguien retira dinero, lo propio vendiendo acciones.
La gestión es muy sencilla, no requiere de costosos análisis ni personal altamente cualificado. Y en consecuencia las comisiones son muy baratas, incluso pueden llegar a ser órdenes de magnitud inferiores comparadas con las de los fondos activos.
Ahora veamos el rendimiento de los fondos indexados. Tomemos como referencia el índice por autonomasia, el S&P500, que es el más conocido y analizado globalmente. Pues resulta que si hubiéramos invertido durante los últimos 30 años, reinvirtiendo los dividendos, y descontando la inflación, hubiéramos obtenido un rendimiento anualizado del 7%.
Habrá años con rendimientos superiores, otros con resultados negativos, pero a la larga en período de décadas invirtiendo el resultado total es positivo, y lo continuará siendo debido simplemente al progreso de la tecnología, mejoras de la eficiencia energética, incremento de la productividad, y la evolución en general en todos los aspectos de la economía.
Y 7%, ¿es mucho o poco? Comparemos invertir con ahorrar. Si simplemente ahorramos 100 euros al mes, desde los 25 hasta los 65, al final tendremos 36.000 euros en la cuenta. Si invertimos la misma cantidad suponiendo un 7%, 256.000 euros. La diferencia es más que notable, y es suficiente para nuestros propósitos.
Los fondos activos proclaman rendimientos superiores, aunque la verdad es que la mayoría tiene problemas para superar el rendimiento de un simple fondo indexado. Además, las altas comisiones merman los supuestos beneficios, es decir, los gestores se embolsan la mayoría de las ganancias de los inversores.
Y no es porque lo diga yo, ya que hay numerosos expertos que lo afirman y estudios que lo demuestran. Al final del artículo he añadido algunas referencias por si resulta de interés.
Conclusión
Así pues queda visto que lo que nos interesa son los fondos indexados, ya que son gestionados pasivamente y por lo tanto de bajo coste, y ofrecen un rendimiento moderado pero más que suficiente para nuestros intereses.
En los siguientes artículos seguiré desgranando los fondos de inversión con todo detalle, así que si quieres que te avise de nuevos artículos suscríbete en la lista de correo si no lo has hecho todavía.
Referencias
http://economia.elpais.com/economia/2016/05/10/actualidad/1462897569_038297.html
http://www.cnbc.com/id/48587327
http://www.businessinsider.com/for-pension-funds-more-fees-lower-returns-2015-9
http://mobile.nytimes.com/2016/04/24/your-money/the-high-fees-you-dont-see-can-hurt-you.html?referer=